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Hagamos juntos un camino que se anda con los ojos, un camino construido con letras. Un camino cuyo final pueda ser elegido y diferente para cada lector. Y es que a veces caminando podemos descubrir que la vida está llena de maravillas, solo tenemos que caminar sobre el libro adecuado.



martes, 25 de mayo de 2010

Bajo la sombra

El silencio de la noche alimenta el sentimiento de vacío en mi interior, que tras creer haberlo calmado vuelve constantemente.
Vivir bajo una sombra o bajo algo inmenso que la crea, y sin manera de salir de ella. Por más que buscas un resquicio la luz no pasa a través de ese obstáculo. Ese obstáculo al que llaman prejuicio.
Cuando tu meta, tu misión, tu vida la dedicas a saltar esa valla de altura indeterminada y una y otra vez no haces más que chocar contra ella. Ni siquiera consigues derribarla. Es entonces cuando te das cuenta de que por mucho que hayas recorrido no puedes escapar de él.
Como todas las personas cometo errores, errores que me enseñan y me ayudan a seguir adelante dejando heridas en diferentes lugares del corazón. Esas heridas sanan, pero la cicatriz perdura por siempre. Cuando recuerdas ese error te das cuenta que no eres más que una pequeña partícula, que no ha conseguido ni tan sólo avanzar un pequeño tramo hacia su meta...
Siempre me perseguirá ese prejuicio, después de todo esa sangre que derramé proviene del prejuicio y no podré descansar en paz hasta saltar la valla.
Incluso siendo así... a veces el alma necesita un descanso que dar al cuerpo y se deja llevar por el prejuicio, entonces es cuando piensas, es el destino... Nunca lo conseguiré. Aún así quiero seguir pensando que mi sueño algún día se cumplirá y podré mirar el mundo desde arriba, donde sentiré que soy diferente de él...

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