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Hagamos juntos un camino que se anda con los ojos, un camino construido con letras. Un camino cuyo final pueda ser elegido y diferente para cada lector. Y es que a veces caminando podemos descubrir que la vida está llena de maravillas, solo tenemos que caminar sobre el libro adecuado.



viernes, 19 de febrero de 2010

Sueños

Una vez me contaron una historia, sobre las personas, sobre lo que somos en realidad y en lo que podemos convertirnos. Una historia llena de soledad, amor, incertidumbre, impaciencia y odio también. Donde la vida se regía por cosas importantes, cosas que los hombres necesitaban, y según pienso, cosas que todavía necesitan para vivir. Cosas que buscan para su propio bien, y no para el bien de otros. A veces más importantes que la familia, los amigos o las personas que amas. Tan importante en ciertas ocasiones que la vida es sólo un medio para conseguirlos, para conseguir nuestros sueños. Y es que hay veces que lo que nos da fuerza para aferrarnos a la vida son los sueños y nada más, convirtiéndose la vida en el camino y el sueño en el final.

Todo hombre tiene dentro una espada que utiliza para abatir a sus enemigos, una espada de doble filo que puede ser usada como una herramienta para ganar cosas preciadas en cada batalla, como también para protegerlas. Pero el otro filo es todo lo contrario, destruye quimeras. En ocasiones los sueños se persiguen en solitario, otros en compañía de otras personas que entrelazan sus metas con las tuyas formando un torbellino, que ambos esperáis que os lleve lejos. Ese torbellino suele arrastrar otros sueños y los destruye en el camino de ascenso hasta la cima, donde la felicidad aguarda.

Un sueño puede hacer feliz a un hombre o hacerlo sufrir. Puede hacer que se sienta vivo, y matarlo también. Y en toda ocasión es mejor estar muerto, que sentirse como tal.
Al principio, un sueño no es más que una idealización de los proyectos de futuro, que poco a poco va tomando forma y convirtiéndose en una propia utopía. Hay sueños más asequibles que otros, sueños que nunca se cumplen y sueños que con sangre, con sudor y, para qué dudarlo, con suerte se cumplen.

También podemos encontrarnos con personas que no sueñan, personas que mantienen su vida tal y como es. No necesitan más que lo que tienen, y no esperan acrecencia alguna. Para mí es una visión bastante triste de la existencia, el creer que no hay nada más en la vida que vivir durante mucho tiempo y morir en vano. Me resulta insoportablemente vacío un corazón que pueda vivir sin sueños. Siempre pensaré que quien cree así, únicamente es un cobarde que no fue capaz de luchar con todas sus fuerzas por conseguir llegar a su propia ilusión.

Una triste existencia puede perseguir a un hombre que ha sido abandonado por sus sueños, que aunque no están presentes siguen guardados en lo más profundo de su corazón malherido. Es cuando se da cuenta de que sólo son sueños, sueños que seguir poco a poco y sin desesperar, pues es en ese mismo momento donde pueden hacerte morir por dentro dejándote vacío.

A pesar del triste final que siempre me ha presentado esta vieja historia de los sueños, yo sigo buscando mi camino. Sigo buscando la forma adecuada de perseguir mis fantasías en paz. Un camino que me lleve hasta mi propio final feliz, sin necesidad de arrastrar el dolor de los que me rodean al haber destruido sus sueños.

3 comentarios:

  1. Primero me alegra que te hayas hecho un blog para compartir todo lo que escribes (fantásticamente, por cierto) con todo el mundo que quiere leerte.

    Después decirte que llevas toda la razón del mundo, los sueños a veces pueden traernos más tristezas y sinsabores que alegrías, pero para mí merece la pena tener un sueño, levantarte por la mañana y mirar al futuro con una sonrisa, con una ilusión por conseguir algo...

    Me quedo con una de tus frases, a mi tambien: " me parece insoportablemente vacío un corazón que puede vivir sin sueños..."

    Un beso

    Tamara

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  2. Aunque haya personas que lo nieguen, todos tenemos sueños.
    Y nunca, un sueño trae felicidad. Cuando logramos conseguir lo que perseguíamos tenemos otro sueño, por lo cual nunca tenemos plena satisfacción.
    La vida es triste.

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  3. Supongo que tienes razón, pero cuando cumples un sueño, aunque sea efímera o momentánea llegas a tener felicidad.
    Pienso que los sueños no están hechos para traer felicidad, sino para ayudarnos a afrontar la vida.
    Es muy fácil tener un sueño tener muchas riquezas, ser famoso y cosas así, la mayoría de las personas lo tienen. Lo difícil es tener un sueño pequeño, algo que llene el corazón y no los bolsillos.

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